Derecho del trabajo y relaciones laborales

Derecho del trabajo y relaciones laborales

jueves, 27 de septiembre de 2012

PUNTOS ANTAGONICOS DE LA REFORMA LABORAL; Por Valente Quintana

Estos últimos días los diarios y noticiarios dedican gran parte de su contenido a la tan esperada Reforma laboral, ya se percibe su cercanía desde que nuestro presidente designo como preferente su discusión a las nuevas cámaras legislativas, y en cuanto comienzan a discutirse se puede observar a la distancia no tan lejana un sinnúmero de miembros de sindicatos, que al unísono levantan su voz al “No pasara”, claro refiriéndose a la reforma.

Sabemos que no es un tema nuevo, hemos escuchado los puntos de vista del sector empresarial, de las grandes centrales sindicalistas, de lideres, de empresarios, de abogados laboralistas, de políticos, y en menor medida de la academia, sin embargo considero de gravedad que no se le haya dado la oportunidad de difundir el punto de vista a los especialistas en economía, ya que son quienes nos pueden hablar más claramente de la necesidad del trabajo actual, así como de la proyección que debe de tener una reforma para recibir los resultados esperados.

Lo que más me llama la atención es que los argumentos de ambas partes de los sectores resultan altamente convincentes, por un lado el sector empresarial apuesta por la reforma, ya que esta será importante para elevar los índices de productividad del sector industrial nacional, lo que por lógica traerá un desarrollo macroeconómico, ya que nuestra legislación actual es acorde a un sistema productivo utilizado solo en la primera mitad del siglo del XX, y hoy en día no resulta eficaz ni eficiente para los sistemas productivos actuales, para los cuales se necesita una mayor flexibilidad en el empleo, una movilidad del factor humano no tan penalizada, horarios flexibles, y sobre todo personal multifuncional, que pueda desarrollar varias actividades referentes a la producción, y no tan especializado que sirva para solo una actividad.

Estos argumentos tienen lógica, sustento, y razón sobre todas las cosas, es muy cierto que para competir en un mundo globalizado, debemos de implementar el factor humano de la manera más objetiva, esto para optimizar los procesos y tener el menor margen de desaprovechamiento de recursos, en este caso recurso humano, en pocas palabras, tener empleados solo en el momento que se necesiten y poderlos cambiar o alternar así como las funciones de la empresa lo requieran, desde luego todo esto hace lógica desde un punto de vista económico, frío y calculador, y desde luego quienes defienden esta tesis tienen razón, con una sola excepción, el trabajador si bien es un recurso humano de la empresa, pocas veces nos detenemos a pensar en la segunda palabra de este concepto, y es justo en ese detalle donde se genera una división entre argumento a favor o en contra de esta reforma.

Por otro lado tenemos el aspecto humanista del trabajo, la Organización Internacional del Trabajo esta próxima a cumplir el centenario de velar por el trabajo digno, y remunerador, trabajo que en verdad brinde un sustento a la familia, y en México país que fue pionero en legislar a favor de los derecho del trabajo y ejemplo de muchos países, nos hemos quedado rezagados en esta materia, esto por causa del poder sindical al interior del poder legislativo, y por que la buena intención de la ley en materia ha sido empleada para privilegios de unos cuantos, siendo rebasada por los procesos industriales de producción, hoy  en día se procura dejar en segundo lugar la humanización del trabajo y establecer como prioridad el desarrollo económico de la empresa, que en muchos casos no va de la mano con el desarrollo económico del trabajador, y para muestra un botón, dentro de la reforma se legaliza la subcontratación, o como comúnmente llamamos outsourcing, que en principio es un método de eficientar los procesos de una compañía dejando el tema de recursos humanos especializados a una empresa externa, sin embargo en México se ha convertido en un sistema que ha extinguido casi en su totalidad el pago de utilidades a los trabajadores resultando sumamente atractivo para el patrón.

Creo que el problema al que nos enfrentamos se encuentra basado en cierta medida a las circunstancias internas del país, sin embargo la propia naturaleza de una economía globalizada es la causa mayor desde mi punto de vista por la cual la competitividad se encuentra realmente basada en el desfavorecimiento de los trabajadores, los derechos laborales originados desde la constitución, así como de la ley en materia son el anclaje del desarrollo competitivo, y más si nos ponemos a pensar que la más clara potencia económica emergente es China, un país con nulos derechos laborales, que si bien es un ejemplo en macroeconomía, deja mucho que desear si vemos el nivel de vida de cada trabajador, circunstancia similar a la que encontramos en la India.

Desde mi particular punto de vista estamos poniendo a combatir directamente la economía contra la humanización, y si bien la economía fue generada desde un principio para el servicio de  la humanidad, convencido estoy de que hoy la humanidad se encuentra al completo servicio de la economía, y ahí sin miedo a equivocarme es donde  encontramos el error radical que hace realidad que para ser competitivos globalmente hablando, necesitamos reducir costos de pasivos laborales o derechos laborales, para así hacer más atractiva la inversión nacional y extranjera y darle un mayor impulso a la economía, y desgraciadamente en países emergentes como el nuestro, este fenómeno no se puede lograr sin abaratar la mano de obra en todos los sentidos, luego entonces todo es cierto, aunque con la reforma que se discute en el congreso están haciendo a un lado el principal factor para la atracción de capital, el sindicalismo, cáncer rector de la economía nacional sobre todo en la pequeña y mediana empresa, ya que sin su regularización el temor mas fuerte del inversionista nacional o extranjero seguirá vigente, y el sacrificio que se haga en los trabajadores de México, no rendirá los frutos que prevén los impulsores de esta reforma.





Lic. Valente Quintana Pineda
Especialista en Derecho del trabajo

Licenciado en derecho por UNITEC, posgrado en derecho del trabajo por la UNAM, con estudios en Derecho comparado del trabajo por el Centro de Estudios Internacionales Marco Biagi de la Universidad de Modena  y Reggio Emilia y el IIJ UNAM, y estudios en Organización Internacional del Trabajo por la Asociación de Naciones Unidas de Venezuela, Consultor en relaciones laborales bajo su propia firma www.proteccionaltrabajo.org, así como Director de la Asociación Latinoamericana de Protección al Trabajo A.C., Editor de factorlaboral.blogspot.com, y articulista de temas laborales para diversas publicaciones.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

UNA REFORMA LABORAL INSUFICIENTE; Por Valente Quintana

 Nos encontramos a dos meses de terminar otro sexenio y seguimos sin reforma laboral,  tan sonada y a la vez tan añeja ya, que al parecer ya esta cerca, pero muy distante de la necesaria para el país, y considero interesante hacer un breve análisis de los factores que a mi parecer han sido el constante freno para este proyecto que varios lideres patronales han perseguido muy de cerca, ya por doce años, y que sin embargo por intereses como siempre entre los diferentes partidos políticos no ha dado algún resultado favorable todavía, ya han pasado dos legislaturas a las que se han tenido que acercar los impulsores de esta reforma, para explicar y hacer ver lo favorable de su contenido, para que nuevamente, se tenga que comenzar de cero con la siguiente legislatura.

Como siempre los intereses políticos vuelven a posicionarse a los intereses de la colectividad en general, en este caso a intereses económicos y sociales que persigue esta reforma que pareciera tiene puesto el freno de mano, ya que no se le permite evolucionar en su proceso legislativo, por lo que tenemos que quitar por un momento la fija mirada a la reforma y comenzar a observar con detenimiento el entorno en el que se encuentra y siempre ha sido el gran obstáculo para que nuestro poder legislativo trabaje efectivamente sobre esta.

Es necesario dar un vistazo en retrospectiva y recordar un poco de historia de México para encontrar el gran freno que tiene nuestra reforma, y este lo podemos comenzar a analizar si nos ubicamos a principios del siglo XX cuando comienzan los movimientos obreros que luchaban por adquirir ciertos derechos e igualdades, como ejemplo tenemos las huelgas de Cananea y Río Blanco, mismas que terminaron en matanzas y dieron motivo al levantamiento de armas en 1910 provocando una Revolución que pondría las piezas políticas, y sociales en ventaja al sector obrero para legislar acerca de las condiciones laborales de nuestro país con la redacción del artículo 123 de nuestra Constitución en 1917, y en 1931 con la redacción de la primera Ley Federal del Trabajo, que básicamente es la que sigue regulando las relaciones laborales del país con sus correspondientes ampliaciones en 1970 y en 1980.
En 1917 al redactar el artículo 123 constitucional se legisla acerca del derecho a huelga, así como el derecho de los trabajadores para agruparse en sindicatos para luchar por mejores condiciones laborales, y establecen federaciones y confederaciones mismas que ocupan una importante figura política al contar con el peso del sector obrero nacional, nacen la CTM, CROM, CROC, FAO, entre otras.
Al ver el estado que las centrales obreras tienen tal poder, que en sí, es el poder de la mayoría de la población, comienzan a afiliarse y militar en los partidos políticos de estado, y es justo en esta etapa donde los sindicatos comienzan a perseguir fines políticos, más que perseguir las mejoras en las condiciones del sector obrero, es entonces cuando los líderes obreros comienzan a tomar posesión de puestos políticos del Estado en los poderes Ejecutivo y Legislativo sobre todo.


Precisamente en la etapa revolucionaria es cuando los líderes obreros comienzan a ocupar cargos de gobernadores, y legisladores y son ellos quienes forman el Congreso Constituyente que redacta la Constitución y su artículo 123 y en 1931 cuando comenzaron a formar parte del Estado cuando redactan la Ley Federal del Trabajo, y fue semejante el poder del sindicalismo que en 1938 debido a un laudo laboral se expropia el petróleo del país, mencionando esto solo para poner un claro ejemplo del poder sindical.
El poder sindical desde entonces sigue creciendo, y se ha fortalecido de sobremanera, basta con recordar que desde entonces hasta 1997 el poder de la nación se ejercía desde la CTM, o analizar el poder que concentra hoy el SNTE, o el SNTPRM, y así muchos otros que de un día a otro podrían paralizar todo el país y quebrar su economía sin mayor dificultad, no es de expertos ver ante este panorama donde radica el poder de la nación, ahora entonces resulta fácil entender que el poder que tienen los lideres sindicales, y han alimentado casi ya por un centenario se vuelva una tarea prácticamente imposible de erradicar con una reforma laboral que tiene que pasar, claro está, por la discusión del congreso, y si echamos un vistazo a quienes serán los legisladores en la próxima legislatura, veremos el nombre de varios lideres sindicales que de ninguna manera aprobaran una ley que atenta directamente contra el poder acumulado, luego justo ahí radica el problema o freno a la reforma laboral, en  quienes tienen que aprobar esa ley.
El tema de la reforma a la legislación laboral se pensara que es tema de juristas, sin embargo si lo vemos desde el punto de vista económico, veremos en verdad lo alarmante y urgente de esta reforma, nuestra actual legislación laboral esta redactada para los esquemas productivos económicos de los años treintas, cuando eran producciones en grandes series y cada trabajador tenia solo una función especifica en esa cadena productiva, sistema originado por Henry Ford a principios de siglo, pero es en la década de los setentas cuando el modelo Toyotista sustituye al Fordsista implementando el “Just in time” como un nuevo sistema productivo que consiste en optimizar recursos, con trabajadores multifuncionales y con completa flexibilidad laboral para obtener los mejores resultados en tiempo y forma, con eficacia y eficiencia.
Como vemos estamos ya cuarenta años desfasados legamente en materia de trabajo, y la tan necesaria reforma laboral aun no llega aunque ya se percibe cercana sin embargo con nula regulación al sindicalismo, tenemos pendientes otras reformas estructurales, pero para mi punto de vista la más importante si se quiere tener una mejor economía y bienestar social es la laboral, y esta reforma tendrá que regular integralmente el sindicalismo que considero el cáncer medular de la nación, sin embargo tristemente la veo distante.



Lic. Valente Quintana Pineda
Especialista en Derecho del trabajo

Licenciado en derecho por UNITEC, posgrado en derecho del trabajo por la UNAM, con estudios en Organización Internacional del Trabajo por la Asociación de Naciones Unidas de Venezuela, Consultor en relaciones laborales bajo su propia firma www.proteccionaltrabajo.org, así como Director de la Asociación Latinoamericana de Protección al Trabajo A.C., Editor de factorlaboral.blogspot.com, y articulista de temas laborales para diversas publicaciones.