Derecho del trabajo y relaciones laborales

Derecho del trabajo y relaciones laborales

lunes, 7 de marzo de 2011

EL, POR QUE NO? DE LA REFORMA LABORAL

En nuestra Asociación nos encontramos reflexionando acerca del tan sonado y necesario tema de la reforma a la legislación aplicable a las relaciones laborales en México, y nos preguntamos por que no ha sido posible sacar esta reforma adelante para lo que  nos remontamos a los antecedentes históricos de nuestro país.

En México como en otros países latinoamericanos la revolución industrial llego un poco tarde, y con ella sistemas productivos en serie en diversas ramas industriales, así como producciones a grandes escalas y el concepto propio de fabricas o patios de producción, es ahí donde nace la necesidad de buscar un equilibrio productivo entre capital y trabajo con la influencia de ideologías marxistas y leninistas.

A principio de siglo comienzan los movimientos obreros que luchaban por adquirir ciertos derechos e igualdades, como ejemplo tenemos las huelgas de Cananea y Río Blanco, mismas que terminaron en matanzas y dieron motivo al levantamiento de armas en 1910 provocando una revolución que pondría las piezas políticas y sociales en ventaja al sector obrero para legislar acerca de las condiciones laborales con la redacción del artículo 123 de nuestra constitución en 1917 y en 1931 con la redacción de la primera Ley Federal del Trabajo, que básicamente es la que sigue regulando las relaciones laborales del país con sus correspondientes ampliaciones en el año 70 y en el 80.

En 1917 al redactar el artículo 123 constitucional se legisla acerca del derecho a huelga, así como  el derecho de los trabajadores para agruparse en sindicatos para luchar por mejores condiciones laborales, y establecen federaciones y confederaciones mismas que ocupan una importante figura política al contar con el peso del sector obrero nacional, nacen la CTM, CROM, CROC, FAO entre otras. 

Al ver el estado que las centrales obreras tienen tal poder, que en sí, es el poder de la mayoría de la población, comienzan a afiliarse y militar en los partidos políticos de estado, y es justo en esta etapa donde los sindicatos comienzan a perseguir fines políticos, más que perseguir las mejoras en las condiciones del sector obrero, es así donde los lideres obreros comienzan a tomar posesión de puestos políticos del estado en los poderes ejecutivo y legislativo sobre todo.

Precisamente en la etapa revolucionaria es donde los lideres obreros comienzan a ocupar cargos de gobernadores , y legisladores y son ellos quienes forman el congreso constituyente que redacta la Constitución y su artículo 123 y en 1931 cuando comenzaron a formar parte de  estado cuando redactan la Ley Federal del Trabajo, y fue semejante el poder del sindicalismo que  en 1938 debido a un laudo laboral se expropia el petróleo del país.

Analizando todos estos datos con atención y dando un vistazo en retrospectiva podemos ver con tristeza que no hemos cambiado tanto, tal vez si en un aspecto productivo económico, pero no en el aspecto burocrático, no en el aspecto sindical, nos seguimos rigiendo con las mismas normas que en los años 30s, tuvimos un líder político y sindical que marcaba la pauta en los asuntos de interés nacional por más de cincuenta años, aún contamos con muchísimos lideres sindicales corruptos al interior del congreso que no están ni estarán dispuestos a legislar en contra de sus interés o “conquistas laborales”  como ellos les llaman a esas herramientas legales con que cuentan para extorsionar a quienes están dispuestos a invertir su dinero en el país mediante emplazamientos a huelga en empresas en las que no tienen miembros del sindicato, una reforma laboral es lo que necesitamos, pero no una redactada por abogados al servicio de los patrones, que atente contra el principio de estabilidad laboral, ni una puramente sindicalista y gangsteril, necesitamos, talvez utópica, una reforma tripartita, propositiva y que busque un verdadero equilibrio entre los factores de la producción, una verdadera conciliación entre trabajo y capital, y solo así podremos comenzar en realidad a mejorar la economía nacional.

AHORA ENTENDEMOS POR QUE DESDE EL SEXENIO PASADO ESTAMOS CON ESTE TEMA Y NO PASA NADA.

Lic. Valente Quintana P.