Derecho del trabajo y relaciones laborales

Derecho del trabajo y relaciones laborales

viernes, 25 de octubre de 2013

CONCEPTUALIZACIÓN ECONÓMICA DEL TRABAJO; Por Valente Quintana

Parte del día a día de cualquier ser humano promedio es comprendido en gran medida por el trabajo que desempeña, algunos por su cuenta, otros como empleados de alguna empresa, y forma parte de cada quien de manera personal, que no hace mucho por ahí leí que el trabajo que desempeñas define quien eres, en lo cual desde luego no estoy de acuerdo con tan exagerada afirmación, todos trabajamos de primera cuenta por una necesidad imperiosa, claro, el trabajo es la forma económicamente correcta en la que podemos participar en la sociedad para obtener los recursos que nos permitirán cubrir nuestras necesidades, y las de nuestra familia, eso lo sabemos, pero ¿Que más nos hemos detenido a pensar respecto al trabajo?.

Como abogado que soy, de primera cuenta puedo afirmar lo que con certeza me dice la legislación en materia de mi país (México), que el trabajo es toda actividad humana, intelectual o material independientemente del grado de preparación técnica requerido por cada profesión u oficio. Y a su vez el concepto de trabajador se refiere a la persona física que presta a otra física o moral, un trabajo personal subordinado. Como vemos es muy precario el concepto legal con el que se intenta definir al trabajo, pareciendo definirlo por simple obligación al tratarse de una legislación laboral, y como si fuera poco se empeña en dejar claro  que el trabajo no es un artículo de comercio, cuando en realidad es su primera fundamental característica, por lo que en breves líneas procurare abordar ciertas características importantes para la mayor comprensión y entendimiento de lo que conocemos como “Trabajo”.

En primer lugar es importante analizar el concepto de trabajo bajo una óptica puramente económica, consideración que asimilo importante basándome en que el trabajo es un elemento fundamental e indispensable de cualquier tipo de economía, y que por cierto, las legislaciones en materia de trabajo han querido darle mas un perfil humanista a su concepto, que el perfil económico bajo el cual de le debe de analizar, y ubicándonos en un contexto capitalista por cuestiones de practicidad y funcionalidad con la realidad económica, política y social a la que pertenecemos, en primer lugar y con el fin de conceptualizar desde sus elementos primigenios,  diremos que el trabajo es la fuerza física humana con la que se crea y transforma la naturaleza, desarrollando su potencialidad con el fin de satisfacer necesidades sociales, y que como cualquier mercancía tiene un valor determinado.

Ahora bien teniendo el concepto más básico de “Trabajo”, es importante analizar que el hombre que no tiene alguna otra mercancía con que comerciar, comerciará vendiendo al mejor postor su fuerza de trabajo, misma que implica un desgaste físico, por lo que se necesita garantizar por quien compra esa fuerza de trabajo los medios de subsistencia necesarios para reponer el desgaste de una jornada con el propósito de reponer esa fuerza para comenzar la jornada del siguiente día con las mismas condiciones de vigor y salud, y no solo eso, también tenemos que analizar que la fuerza de trabajo en cada persona solo cuenta con cierta vigencia, por lo que además del sustento del poseedor de esta fuerza de trabajo tendrá que contemplarse también el sustento de su descendencia quienes se presumen sus sustitutos, en el cual va implícito el sustento de la pareja con quien se encargara de formar a esos reemplazos, y en su totalidad todas estas consideraciones serán las que en su conjunto conformaran el valor de la fuerza de trabajo que se deberá de pagar a cambio de gozar de ella por cada jornada.

Ahora bien es importante señalar los principales elementos del trabajo, los cuales son en primer lugar; la actividad personal del hombre, que puede distinguirse como esa actividad en la que va encausada la fuerza de trabajo con la que cuenta cada sujeto, y es transformada en una acción con un propósito, por otro lado como segundo elemento tenemos el objeto en que se ejerce el trabajo, como bien lo puede ser una materia prima que esta destinada a su transformación con el firme propósito de brindar alguna utilidad directa a la sociedad, y como tercer elemento encontramos el medio por el cual se ejerce el trabajo, con el cual nos podemos referir a la herramienta utilizada con la cual se ejercerá esa fuerza de trabajo sobre la materia prima, luego entonces conociendo los tres elementos básicos podemos cerrar el circulo productivo que se refiere propiamente al trabajo.

Ahora bien, hablando del valor de la fuerza de trabajo es importante enunciar ciertas características, el primer punto  que creo importante mencionar es que la fuerza de trabajo es una mercancía que se paga solo hasta ser consumida por su beneficiario,  siendo que el comprador de dicha fuerza de trabajo empleará su inversión en hacer trabajar al poseedor de la fuerza para crear valores de uso, consumiendo esa fuerza para producir mercancías. Es importante hacer la aclaración que el comprador de la fuerza de trabajo no esta comprando la mercancía que produce el trabajador, sino esta comprando el tiempo de una jornada de fuerza de trabajo, de tal forma que invariablemente si se producen 5 o 50 mercancías el comprador de la fuerza de trabajo pagara el mismo precio, y por lo tanto tendrá el derecho de hacer producir efectivamente la jornada de trabajo que ha comprado.

Volviendo un poco al concepto del valor de la fuerza de trabajo bien dijimos que radica en lo que cuestan los elementos necesarios para el sustento diario y mantenimiento de esa fuerza de trabajo,  y a quien paga esa fuerza de trabajo le corresponde el uso y beneficio de ese trabajo por toda una jornada completa, aquí es donde el tema se pone interesante ya que para generar el valor que tiene la fuerza de trabajo bien podría bastar media jornada laboral, dejando la otra media jornada para generar la ganancia a la que aspira el comprador de la fuerza o capitalista llamada plusvalía del trabajo, luego entonces ahí radica el negocio y beneficio de toda esta relación de compra y venta de fuerza de trabajo, o como bien hoy se conoce,  relación laboral.

Desde luego la jornada de trabajo debe de tener un mínimo y un máximo de tiempo natural, el mínimo de la jornada de trabajo es el tiempo que se requiere para poder producir la cantidad necesaria de mercancía con la que se generen los recursos para el pago del sustento del trabajador,  y como máximo de la jornada, debemos de contemplar los limites físicos que permitan al trabajador las horas de descanso para reponer la fuerza de trabajo perdida, de tal manera que le permita al día siguiente presentarse bajo las mismas condiciones de vitalidad y salud, claro sabemos que en la actualidad el máximo legal contemplado incluso por tratados internacionales es el de 8 horas diarias máximas, o 48 horas de trabajo semanales, o cual apoya y vela por la salud de los trabajadores.

Es importante en este punto analizar las circunstancias y derechos de cada una de las partes en esta venta de fuerza de trabajo, ya que por un lado el capitalista tiene el propio derecho a prolongar todo lo posible la jornada de trabajo, y por otro lado el trabajador tiene derecho a querer que solo se utilice la fuerza de trabajo que se puede reponer, y ante dos derechos igualmente fundamentados solo la fuerza  puede inclinar la balanza, por eso es que la jornada laboral fue uno de los primeros motivos para que se dieran las luchas de clases, y que provocaran posteriormente la legislación con respecto a la jornada de trabajo entre otros derechos, toda vez que se encontró con que las relaciones laborales estaban completamente deshumanizadas y bajo una serie de abusos que atentaban contra la vida y salud de los trabajadores, ya que el interés primordial del capitalista es la formación de plusvalía. y no la salud y bienestar de los trabajadores, circunstancia que no depende propiamente de la voluntad del capitalista, sino de la competencia y leyes del mercado.

Hasta aquí podemos observar que el concepto de trabajo va mas allá de lo que normalmente hemos pensado o estudiado, con los elementos analizados creo que podemos entender un poco mejor el trabajo, su utilidad, así como el fundamento practico económico de las relaciones laborales, por otro lado cabe señalar que el trabajo en sus diferentes formas se ha presentado desde que el hombre habita la tierra, sin embargo para mi punto de vista dio un vertiginoso cambio a raíz de la revolución industrial, ya que cambio el trabajo en lo que hoy conocemos nosotros, la llegada de las maquinas cada vez mas elaboradas, cambio también la historia del trabajo, y la historia del hombre, ahora las maquinas sustituyen a los utensilios utilizados por el trabajador, ahora las maquinas hacen el trabajo, y para ello necesitan ser operadas con menos cantidad de fuerza de trabajo, y menos habilidad, lo que da entrada a personas menos especializadas, incluso niños y mujeres entran al mercado de trabajo, desde luego aminorando el valor de la fuerza de trabajo, o salarios, pero aumentando su plusvalía.

Por otro lado el capitalista tiene la posibilidad de invertir en la fuerza de trabajo de más trabajadores para la participación en alguna actividad de todo un proceso de producción de mercancía, con lo que especializa a los trabajadores en solo cierta maniobra del proceso de producción, perdiendo así funcionalidad fuera de este puesto de trabajo, ya que el trabajador dedica toda una vida a una sola maniobra de todo un proceso, abaratándose con mayor velocidad la mano de obra y generando otra vez mayor plusvalía a la fuerza de trabajo.

Como podemos ver el concepto de trabajo va mas allá de la prestación de un servicio personal subordinado a cambio de un salario como lo hemos estudiado, y es interesante conocerlo de raíz para quienes nos dedicamos a las relaciones laborales, desde luego el aspecto legal no es todo lo que debemos de conocer, sino ¿De donde viene?, y ¿Por que?, desde luego estos párrafos hablan de las bases del trabajo, y llevan como motivo el abrir el panorama de un concepto tan simple pero que engloba muchísimas vertientes complejas, dignas cada una de su propio estudio, pero este es el principio y debemos dejarlo claro.



miércoles, 31 de julio de 2013

PANORAMICA HISTORICA DE LAS RELACIONES DE TRABAJO; Por Valente Quintana

PANORAMICA HISTORICA DE LAS RELACIONES DE TRABAJO.

Es un tema de singular relevancia internacional el fenómeno del desempleo que se vive a nivel global, que en definitiva preocupa, o debería de preocupar a todos los habitantes del sistema económico mundial del que finalmente todos formamos parte, el empleo, las relaciones de trabajo, la normativa aplicable por cada nación, los convenios internacionales y en fin todas las ramas que componen el trabajo, por lo cual en un afán de dar un panorama objetivo de manera breve procuramos aterrizar algunos aspectos del pasado, del presente y del futuro para entender y formar conciencia de los fenómenos que intervienen en el mercado de trabajo.

Como primer antecedente de la era moderna podemos definir que el trabajo como concepto útil moderno parte necesariamente del modelo socioeconómico capitalista, desde luego el trabajo como actividad del hombre parte desde que el hombre habita el planeta, pero para fines prácticos lo enfocaremos en un contexto capitalista, capitalismo que tiene como primicia la explotación y su consecuente usufructo de la propiedad privada. Luego entonces si partimos del punto de que nuestro modelo capitalista es el que establece la naturaleza de la gran mayoría de las economías que componen la comunidad global, eso nos lleva necesariamente a separar la economía primariamente en capital y trabajo.

Como hemos analizado nuestro primer componente de este análisis en un contexto capitalista que tiene como núcleo central los sistemas de producción, ahora bien cabe señalar que al mencionar estos sistemas podemos ubicar como su primer antecedente en los talleres pequeños, muchas veces familiares, que se enfocaban en realizar una producción limitada de productos como bien podían ser textiles, metalúrgicos, madereros, o por llamarlos de otra manera, sastrerías, herrerías o carpinterías, sistemas de producción sencillos donde el empresario, era el padre de familia, y en la gran mayoría de los casos heredaba el oficio y el taller a sus hijos, y en el que el dueño del taller enseñaba también el oficio a los trabajadores que podría tener, de tal manera que con las herramientas necesarias ese trabajador podría en algún momento montar su propio taller en  otro lugar vecino.

Es a mediados del Siglo XVIII, cuando en Inglaterra se da un desarrollo tecnológico y económico que seguiría posteriormente al resto de Europa, sobre todo por el desarrollo de métodos industriales y mecanizados basados en la vaporización y la combustión, principalmente en la industria textil y siderúrgica, procesos que dejaron atrás el trabajo manual y que ayudarían a implementar maquinaria que desarrollaría una mayor producción, en menos tiempo y con menos trabajadores, desde luego aquí vemos el primer antecedente de la sustitución del trabajador por la maquina, desde luego sería mas barato para el empresario fabricar grandes volúmenes con menos trabajadores, sin embargo al no todos los empresarios contar con los recursos para el desarrollo o compra de maquinaria se ven en desventaja competitiva al no poder ofrecer los precios de los productos hechos en serie, llevando esto como resultado al cierre de los pequeños talleres, y engrosando las filas de los trabajadores.

Desde luego como sería predecible con el fenómeno de la revolución industrial esta sería el primer detonante para que exista una primera separación marcada entre el empresario y el trabajador, desde luego con estos métodos de producción el capitalista aumento el capital, y la demanda de trabajo era cada vez mayor, lo que llevo a un abuso por parte del sector patronal en cuanto a las condiciones de trabajo en las que se desarrollaban los trabajadores, como jornadas de trabajo excesivas, condiciones laborales insalubres o peligrosas, así como falta de días de descanso, condiciones que llevaron como era de suponerse a un mal clima laboral, e inconformidades por parte de los trabajadores que no tardaron en manifestarse.

Como parte de estas manifestaciones, una de las más emblemáticas fue la celebrada en Chicago E.U.A, del 1º al 4 de Mayo, llamada Revuelta de Heymarket que desde luego es un hecho histórico para el entendimiento del derecho del trabajo, en la que participarían los trabajadores de las principales empresas en la que se demandaba el respeto a la jornada de ocho horas como máximo para las jornadas laborales, considerando gozar de ocho horas para el desarrollo familiar y ocho horas para el descanso, sin embargo en la protesta del 4 de mayo una persona desconocida detono un explosivo en contra de la policía, hecho del cual se culpo a los considerados lideres del movimiento huelguista, enjuiciándolos y condenándolos a muerte, mismos que al día de hoy se les conoce como los mártires de Chicago, y para quienes como homenaje fue declarado el 1 de mayo como día internacional de los trabajadores. Hoy en día y sobre todo en las grandes ciudades, es muy raro que un trabajador trabaje mínimos a ocho horas al día, y más raro aun que pueda dedicar ocho horas al desarrollo familiar, sin embargo como bien sabemos y lamentamos, no siempre se respetan los derechos de los trabajadores aun en la actualidad.

Otro de los movimientos claves y de importancia internacional son los acontecidos en México, en Cananea en la industria minera, y en Río Blanco  en la industria textil, en 1906 Y 1907 respectivamente, bajo la dictadura del General Porfirio Díaz que luchaban por un trato igualitario y la reducción de las jornadas de trabajo que se laboraban mayores a catorce horas, sucesos que dieron origen a la llamada Revolución mexicana, lucha armada que prevaleció durante más de diez años y de la que se tuvo como resultado la Constitución política de México de 1917, aun vigente, y primera en contener los derechos elementales de los trabajadores a nivel mundial, la cual muchos países tomaron como ejemplo para redactar dentro de sus propias constituciones los derechos y conquistas laborales.

Desde luego debemos de tener en cuenta que cuando fue redactada la Constitución política de México y su artículo 123, eje rector de los derechos del trabajador, en este país los sistemas de producción eran los recientemente impulsados por Henry Ford posteriormente conocidos como Fordsismo, mismos que tenían como principales características la especialidad de los trabajadores dentro de un tren de producción en serie, en el cual eran desarrolladores de monotareas, lo cual quiere decir que solo tenían como papel desarrollar una sola tarea dentro de la producción de determinados productos y estos productos formarían un conjunto de productos que posteriormente se pondrían a la venta del publico en general, luego entonces había trabajadores especializados en operar una sola maquina, o en realizar una sola tarea por un tiempo determinado, y así como esta maquinaria muchas veces trabajaba interrumpidamente las 24 horas del día dio motivo a implementar los turnos de trabajo. De esta manera el fordsismo fue el sistema de producción que se utilizo alrededor del mundo más de la mitad del siglo XX,.

Como se desprende del párrafo anterior las condiciones que trajo el fordsismo alrededor del mundo eran similares, por lo que en un esfuerzo por salvaguardar los derechos elementales de los trabajadores, derivada del Tratado de Versalles se funda la Organización Internacional del Trabajo, misma que en 1945 pasa a formar parte como organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas, que al día de hoy ha dado a la normativa jurídica en materia de trabajo convenios internacionales, entre los cuales vale la pena destacar los fundamentales que tienen como temática la libertad sindical, la negociación colectiva, la abolición del trabajo forzoso, la igualdad de remuneración, la no discriminación, la edad minima para trabajar, así como la abolición del trabajo infantil, convenios que han adoptado e incluido a su norma jurídica los países que tienen ratificados estos convenios para darles carácter de obligatorios.

Como podemos observar la regulación laboral abarca el plano internacional, y se derivo de los sistemas productivos implantados por el Fordsismo, sin embargo a finales de la década de los setenta otra empresa automotriz de nombre Toyota trajo otro sistema productivo que trata de eficientar procesos, bajo la política de hacer productos de calidad, y el hacer más con menos, para lo cual tenían como primicia fundamental producir lo que ya estaba vendido, reduciendo así costos de almacenaje y de mano de obra, la especialidad del trabajador característica del fordsismo desaparece, dándole una mayor empleabilidad a los trabajadores asignándoles mayores tareas, y procurando tener una mayor flexibilidad de horarios, de tal manera de tener disponible al recurso humano necesario por el tiempo necesario de producción, invirtiendo los recursos necesarios para lograr una mayor calidad en los productos, lo que trajo como consecuencia una reducción de costos, y así mismo una reducción significativa de los puestos de trabajo, dejando de esta manera muchos de los conceptos legales sin sentido útil, y poniendo como naturales antagonistas los derechos laborales con la productividad de la empresa.

Es sencillo sacar una ecuación que cuyo resultado obstaculiza la productividad de la industria del párrafo anterior, ya que si bien se busca a toda costa proteger los derechos de los trabajadores, resultan por otro lado limitantes para que la industria pueda fortalecerse y desarrollarse en distintos países por la legislación de cada uno de ellos, resultando en algunos casos en la desaparición de empresas y en otros con el traslado de las mismas a territorios con legislaciones laborales más flexibles, es aquí cuando viene a la mente el concepto de globalización, que si bien es un concepto que nos hace pensar en desarrollo, debemos de pensar también que ese desarrollo solo es para unos cuantos, y desde mi punto de vista el problema de la globalización económica es que el propósito es establecer empresas multinacionales, y productos multinacionales, que cada vez tienen mayor facilidad de traslado de un país a otro por los múltiples convenios y bloques comerciales que realizan entre países, sin embargo esa facilidad de traslado que tienen las empresas o las mercaderías aun hace falta dársela al ser humano, al trabajador que depende de una empresa que cuando tiene una mejor proyección en otro país, se traslada y deja en condiciones de desempleo a muchos trabajadores, ya que los mismos no pueden ser trasladados junto con la empresa a otro territorio con la misma facilidad que los productos que fabrica.

Ahora bien, a raíz de todos estos fenómenos que han venido cambiando a través de la historia de las relaciones laborales, y al ver que es inminente el alto porcentaje de desempleo en la mayoría de los países, se han originado nuevas teorías e incluso practicas de métodos de trabajo, a mediados de la década de los noventa en Dinamarca nace un nuevo concepto llamado Flexiseguridad, misma que procura establecer relaciones laborales más flexibles entre empleadores y trabajadores, hacer trabajadores con mayor adaptabilidad de funciones por medio de la capacitación constante, y alta protección social a los desempleados, lo cual atiende como vemos a las necesidades de la industria, y teniendo como una de sus principales primicias la protección a las fuentes de empleo, sobre los derechos del trabajador, con la lógica sustentada en que sin fuente de empleo no hay trabajador.

Conceptos novedosos también comienzan a salir dentro del mercado de trabajo, como el teletrabajo, el trabajo mientras sea posible realizarlo desde el hogar mediante un ordenador e Internet, reduciendo así los costos que genera a la empresa un puesto fijo de trabajo, o por otro lado el trabajo autónomo, trabajo realizado de manera independiente a una empresa, muchas veces sin contar con las medidas de seguridad social, ambas medidas hoy sustentadas y requeridas por la industria pueden generar desde mi punto de vista una mayor población económicamente activa, sin embargo hacen notar la similitud con los talleres familiares de los que hablamos en los primeros párrafos de este artículo.

Desde mi particular punto de vista, la problemática actual de desempleo que vivimos muchos países era de verse llegar desde la implantación propia del capitalismo, el hacer más  con menos, esto quiere decir desde luego menos trabajadores, y  menos derechos laborales, al crecer la industria bajo los métodos de producción tan aceleradamente desato desde luego que la gran mayoría de seres humanos buscara ubicarse en la posición de trabajadores, y los empresarios a su vez que fueran menos, desde luego los empresarios contratan al menor número de trabajadores posibles, por otro lado los derechos de los trabajadores y el principio de estabilidad en el empleo hace que trabajadores permanezcan muchos años en un puesto de trabajo, obstaculizando a las nuevas generaciones ocupar dichos empleos, sobre todo cuando se trata de trabajadores profesionistas, luego entonces tenemos un superávit de trabajadores, y un déficit de empleadores, por lo que me es imposible pensar sobre todo viendo los nuevos conceptos de trabajador autónomo, y de teletrabajo que la tendencia será poco a poco que los habitantes regresen a los talleres familiares y negocios pequeños, la macroeconomía nos rebasó por lo que como es fácil advertir, no solo los trabajadores necesitan de la empresa, sino la empresa de los trabajadores, ya que la industria necesita entender que el trabajador también es el consumidor final de la producción en la gran mayoría de los casos, en pocas palabras, si quieres producir, también necesitas una población con determinado poder adquisitivo.


Valente Quintana

miércoles, 20 de febrero de 2013

EL FUTURO EN LAS RELACIONES LABORALES, FLEXISEGURIDAD; Por Valente Quintana

Para este artículo considero importante analizar el contexto actual de la economía global en la que vivimos y dependemos todos día a día, muchos de los problemas que nuestras economías enfrentan están íntimamente ligados entre si con economías de otros países de la misma región, o incluso de polo a polo, de distancia, o los puntos más distantes en la línea del ecuador, las tendencias laborales dejaron de ser nacionales y el mercado es quien rige nos parezca bien o no, la nueva corriente en cuanto a las relaciones laborales se refiere, y esto anterior lo menciono con el riesgo de ser calificado con inclinaciones patronales, sin embargo es la realidad que vivimos, y en la que cada nación y política laboral, así como cada ser humano y su conciencia propia , deben de adaptarse si se aspira a la funcionalidad social y productiva.

Hoy en día vemos como la economía de algunos países miembros de la unión europea se encuentran en graves problemas económicos, se podría pensar que no contaban con las características competitivas para tener una competencia y trato de igual a igual, o tal vez se podría presumir, a mi manera de creer más atinadamente, que el mercado global rompió con los esquemas económicos que por años le habían funcionado a estos países, no obstante el mercado manda, y su ley de oferta y demanda rige, no solo para productos y servicios, sino para recursos en general, donde podemos ubicar sin temor a equivocarnos a los recursos humanos, de cuyo concepto me parece que al mercado se le ha olvidado su segunda palabra.

En México por ejemplo a finales del año pasado se sumaron un par de conceptos para la realidad laboral de este país un tanto novedosos como nuevas maneras de contratación, sin embargo no suficientes para la realidad económica global que vivimos, y me atrevo a decir que si reformáramos por completo nuestro artículo 123 constitucional y redactáramos una completa  ley laboral integralmente novedosa, no bastaría para ser eficazmente competitivos y generar los empleos que se necesitan para tener un balance mas o menos aceptable en la economía percápita nacional, ya que en una ley laboral no encontraríamos una formula milagrosa, o la panacea para la creación de empleos, sino que se necesita fomentar una conciencia económica que pueda brindar un sustento social acorde a la actualidad.

Hablando del desarrollo de una conciencia u orientación en lo que atañe a nuestro rubro que son políticas de empleo y relaciones laborales, es fácil advertir que van más encaminadas al fomento y creación de empleo, que a la protección y cuidado de los puestos de trabajo, y es en este punto donde acudimos al concepto esencial de nuestro artículo, la “Flexiseguridad”, que en breve espacio procuraremos definir ya que es la corriente que se deja percibir en un futuro nada distante.


La flexiseguridad es un concepto que encuentra sus orígenes en la década de los ochenta en Dinamarca, y nace como una formula que atiende a flexibilizar y dar seguridad a las relaciones obrero patronales, y no solo para beneficio de los empleadores como sería fácil suponer, la flexiseguridad busca darle beneficios se seguridad y flexibilidad, tanto a los empleadores, buscando darles la flexibilidad de alternar los recursos humanos en función a las operaciones y productividad de su negocio, y la seguridad de un marco legal y político lo suficientemente estable para su patrimonio, por otro lado entiende que el trabajador además de la seguridad lógica, necesita flexibilidad para dedicar su tiempo a actividades familiares, recreativas o de otra índole.

La flexiseguridad es un modelo de capitalismo global que tiene como propósito que el desarrollo social de los trabajadores, y la competitividad de la empresa vayan entrelazados con la misma importancia, además de buscar un camino estructurado para la necesaria adaptación del mercado de trabajo a la realidad económica que establece la globalización, y esto se obtiene con la idea rectora del propio concepto que busca una mayor flexibilidad en los contratos de trabajo, así como en las relaciones laborales que de los mismos derivan, así como desburocratizar los despidos de los trabajadores, que desde luego se encuentran penalizados en muchos países con indemnizaciones excesivas, como es el caso de nuestro país.

Es necesario explicar que como ya mencionamos, la flexiseguridad no busca la protección del puesto de trabajo, tal como nuestra legislación e incluso el principio de la OIT de estabilidad en el empleo que se han empeñado su protección en esta dirección, sino se enfoca con mayor propósito a la empleabilidad del trabajador, condiciones contractuales flexibles que faciliten la transición segura de un empleo a otro, ya que las necesidades actuales del mercado  no son acordes al trabajador que toda su vida laboral la vivió dentro del mismo puesto de trabajo y empresa, y por otro lado la flexiseguridad supone para su funcionamiento y operación de la participación estatal con programas sociales como de subsidio de desempleo, y de capacitación permanente, por lo que es indispensable tener un sistema de seguridad y asistencia social bien desarrollado con planes de desarrollo social enfocados a la empleabilidad., lo que desde luego me deja pensando con una preocupación intermitente en el sistema de nuestro país al ir escribiendo este artículo.

El concepto del artículo que tenemos como objeto de estudio tiene cuatro principios rectores; El régimen de contratación flexible, este básicamente para que el empleador tenga la facilidad de distribuir las jornadas de trabajo de acuerdo con la necesidad de la producción empresarial, en segundo lugar encontramos el desarrollo de políticas de empleo que den protección a los menos favorecidos, un sistema de seguridad social que contemple una mayor expectativa de vida a futuro, así como la reducción de la población económicamente activa, y por ultimo el desarrollo de estrategias de aprendizaje a largo plazo, o como mejor se podría entender, una capacitación constante de acuerdo a los cambios en cuanto tecnología y cambios demandados por el mercado, teniendo como propósito fundamental, generar mano de obra altamente empleable.

Como podemos ver, aun nos falta mucho por perfilarnos a lo que tenemos como un futuro inmediato, no importa tanto si nuestra legislación esta redactada de tal o cual manera, el mercado global demanda flexibilidad en sus relaciones laborales, y si no las hay no se invertirá capital global en el país teniendo como consecuencia la falta de empleos, y bueno, sería fácil pensar solo en la inversión de las grandes compañías transnacionales, como inversión global, y  que en nuestro país el 85% de empleos los genera la pequeña y mediana empresa, sin embargo las PYMES hoy en día también compiten en un mercado global, ya sean de productos o servicios. Es importante generar una conciencia acerca de la nueva corriente en cuanto a las relaciones laborales, familiarizarnos también con conceptos como “Trabajo autónomo”, o “teletrabajo” por que serán parte de nuestro futuro inmediato.


Lic. Valente Quintana Pineda
Especialista en Derecho del trabajo
y relaciones laborales.

Licenciado en Derecho por la Universidad Tecnológica de México, cuenta con estudios de Postgrado en Derecho del trabajo por la Universidad de Castilla La Mancha, España, así como de Derecho procesal del trabajo por la Facultad de derecho de la UNAM, ademas cuenta con estudios en Derecho comparado del trabajo por el Centro de Estudios Internacionales Marco Biagi de la Universidad de Modena  y Reggio Emilia y el IIJ UNAM, y estudios en Organización Internacional del Trabajo por la Asociación de Naciones Unidas de Venezuela, Consultor en relaciones laborales bajo su propia firma www.valentequintana.com, así como Editor de factorlaboral.blogspot.com, y articulista de temas laborales para diversas publicaciones.

jueves, 31 de enero de 2013

METASTASIS SINDICAL EN LA ECONOMÍA NACIONAL; Por Valente Quintana

En mi país, México, y estoy seguro que en muchos con características sindicalistas semejantes es fácil advertir que las relaciones laborales rompen el esquema funcional y tradicional bipartita, dando paso a una amorfa composición tripartita, cáncer vertebral que sufre nuestra economía y al que se le presta poca atención de corte estatal.

La doctrina nos dice que la economía se basa primariamente de dos factores, que son el capital y el trabajo, mismas partes  que son naturaleza de una relación laboral, sin embargo tenemos ya casi un centenario de vivir en la practica una relación laboral tripartita, esto si tomamos en cuenta el sindicalismo nacional, que por supuesto se tiene que añadir sistemáticamente como elemento primario de la propia economía, circunstancia que semejante a un anclaje impide que navegue con rumbo definido el progreso de nuestro país.

En inicio y de acuerdo a principios Marxistas, Leninistas el sindicalismo será la representación colectiva de los intereses obreros, suponiendo que en lo individual el obrero no tiene la suficiente fuerza, o peso económico  que el capital, o el empresario en este caso, sin embargo con el paso del tiempo este ideal que da origen a los sindicatos, queda enclaustrado en los libros de historia y teoría económica ya que en la practica se ha desvirtuado el sentido de estos, perdiendo por completo su finalidad de representación obrera, y dando paso a negocios ilegítimos pero legales, o en otros casos a representación política partidista.

Hablando concretamente de nuestro país y remitiéndonos a su propia historia deberemos recordar que en la constitución de 1917 se establecen por primera vez derechos de carácter social con su artículo 123, circunstancia que nos señalo como ejemplo de nivel internacional, como los pioneros de constitucionalizar los derechos sociales laborales, sin embargo al cabo de una década las organizaciones sindicales, junto a sus principios  por lo que se lucho y dio origen a una revolución  se integraron al partido político en el gobierno, con la invitación que les hace Plutarco Elías Calles, en ese momento Partido Nacional Revolucionario a la postre PRI,  invitación que sobra decir le daría el poder mayoritario de la clase obrera o por lo menos la de los dirigentes sindicales, quienes históricamente ejercen su manipulación sobre los trabajadores de México.

Es entonces notorio que el sindicalismo (CTM), a partir de 1928 con su integración al partido oficial, tiene como primera causa la representación de partido, y deja a un lado la representación obrera, solo acudiendo a ella para ejercer control de voto hacia el partido oficial en época de elecciones y controlando gigantes gremios que son efectivos focos de poder, tal es el caso del magisterio, que lejos de fungir como los respetables precursores de la educación que hubiera idealizado José Vasconcelos, se han convertido en agentes de control político educacional, manteniendo al margen y bajo control al pueblo de México con la precaria educación que se imparte en las aulas de escuelas del estado, otros gremios de poder podemos ubicarlos en los telefonistas, electricistas, petroleros, mineros y por supuesto en los medios de comunicación.

Luego entonces y con el análisis que antecede, podemos ver que ese tercer brazo antinatural que hoy tiene la economía nacional y la relación laboral es de control y es de estrecho vínculo gubernamental, y eso hablando solo del poder político del sindicalismo, tendríamos que hablar también así de los fuertes negocios que se han consolidado dentro de la legalidad pero carentes de toda legitimidad, como los sindicatos de portafolio que no tienen un solo agremiado real, pero que sin embargo incluso consolidan federaciones, o su contraparte, los sindicatos blancos que tampoco tienen agremiados reales pero que sin embargo venden contratos de protección a los empresarios como antídoto a los primeros.

Es evidente que el sindicalismo en México entorpece el desarrollo económico nacional, publico y privado, y del sector publico basta con echar un vistazo a PEMEX o el IMSS, ambos absorbidos por sus propios sindicatos, o el magisterio utilizando fondos para pagar profesores que comisionados no se han parado en una aula, y que al mismo tiempo no hay recursos en el sector educación para la construcción de más escuelas o para adquirir mejor mobiliario.

En el sector privado, y sobre todo en la pequeña y mediana empresa el sindicalismo se ha dedicado a la extorsión legalizada, situación que provoca el cierre de fuentes de empleo así como el miedo generalizado de los probables inversionistas, lo que obstaculiza por supuesto la mayor generación de empleo, tan necesaria en una nación que por falta de oportunidades laborales perdemos a gran parte de nuestros jóvenes que ya sea por falta de educación o por falta de empleo se enrolan en las filas del crimen organizado, queda la pregunta, ¿Cuantos muertos nos hubiéramos ahorrado de los más de 60,000 que tenemos por una guerra interna, si hubieran mayores oportunidades educativas y laborales?

Mi conclusión es clara, el sindicalismo se esta comiendo a mi país, y ya se lo esta acabando, podemos tener a cualquier partido político en el poder, pero mientras el sindicalismo goce de ese poder legal pero ilegitimo, el rumbo del país no virara de ese destino que veo ya más cerca en forma de abismo.

El sindicalismo hoy en día poco o nada tiene que ver con los trabajadores.



Valente Quintana Pineda.
Especialista en Derecho del Trabajo y Relaciones laborales
por la Universidad de Castilla - La Mancha