Alrededor del mundo las
cuestiones que atañen al trabajo tienes sus marcadas diferencias, pero también
son muchas las similitudes materia de discusión en los diversos países, por ejemplo
la protección a los trabajadores esencia del derecho del trabajo, pero que sin
embargo se pone entre dicho hasta que punto obstaculiza este a la productividad
de las empresas.
El derecho del trabajo nace
como consecuencia natural de los abusos cometidos por el sector capital en
contra de los trabajadores con motivo de la creciente revolución industrial,
que como bien dicen algunas voces, podemos tener idea de cuando dio inicio con
la implementación del maquinismo pero que sin embargo sería difícil calcular su
fin, si no es que la seguimos viviendo.
El derecho del trabajo nace
entonces con el propósito de equilibrar la balanza de los sectores, otorgando
derechos como jornadas máximas de trabajo de ocho horas, días de descanso,
salarios remuneradores, regulando la coalición de trabajadores en forma de sindicatos,
y lo más importante que debemos de tomar en cuenta, que es un derecho que
regula a desiguales entre desiguales, al contrario de las otras diversas ramas
jurídicas.
Es en la época de los 70s
cuando diversos métodos de producción de
alta flexibilidad laboral y trabajadores
multitareas implantan un modelo de influencia japonesa que tiene mayor
relevancia como ejemplo a seguir en todos los sectores industriales de manera
global, ya que busca altos niveles de calidad, de eficacia y de eficiencia
rebasando así la corriente del fordismo que se caracterizaba precisamente por
una producción en serie, grandes stocks de producto y una muy alta
especialización.
Atendiendo a esta necesidad
de flexibilización en búsqueda de la productividad desde Dinamarca y hacía Europa
se ha ido difundiendo el concepto de flexiseguridad, que por un lado da una
libertad total al sector empresarial de contratar y despedir a los trabajadores
sin costo alguno, de tal manera que cada empresa pueda contar con el capital
humano que realmente necesita por el tiempo exclusivo que necesita, pero sin
embargo este modelo si con la mano derecha quita, con la izquierda otorga,
brindando al trabajador una protección
en forma de seguro de desempleo y una necesaria capacitación actualizada
para volver a reinsertar al trabajador en el mercado de trabajo.
Se presume que el modelo de
producción japonés así como la flexiseguridad europea buscan como principio la
mayor productividad, sin embargo sería importante entender que es la
productividad, y sobre todo cuales son los elementos por los cuales se compone.
Podemos iniciar comentando que la productividad es la relación entre la
producción obtenida por un sistema de producción o servicios y los recursos
utilizados para obtenerla. Así pues, Joseph Prokopenko nos dice que: la productividad se define como el uso
eficiente de recursos — trabajo, capital, tierra, materiales, energía,
información — en la producción de diversos bienes y servicios. Una
productividad mayor significa la obtención de más con la misma cantidad de
recursos, o el logro de una mayor producción en volumen y calidad con el mismo
insumo.
Como vemos el concepto de
Prokopenko nos menciona que la productividad es el manejo eficiente de
recursos, dentro de los cuales en primer término tenemos el trabajo, por lo
cual es entendido que para obtener una real productividad se deberá de invertir
los trabajadores, tanto en capacitación, para asegurar que cuenten con las habilidades
necesarias para desarrollar su función, pero por otro lado será igual de
importante darle el reconocimiento por parte de la patronal haciéndolo
participe en las ganancias de la empresa, ya que un trabajador que desarrolla
bien sus tareas para seguir realizándolas de esta manera deberá de recibir
estímulos y recompensas, ya que de lo contrario bajará la calidad en su trabajo
de manera natural, por lo que hay que entender que esta inversión en capacitación,
salarios dignos, estímulos y recompensas es indispensable para la
productividad.
Ahora bien, es importante
entender las características de la productividad así como los factores de los
que depende para poder conciliar este concepto con el derecho del trabajo que
ha evolucionado de una manera paulatina y necesaria siempre debiéndose de
acoplar a los métodos de producción del momento, y olvidarnos de los principios
que vieron nacer a esta rama jurídica de lucha de clases, asumiendo una
realidad que nos obliga a aceptar que no hay mejor opción que una autentica
concertación social para lograr ser un país productivo.
Hablando de mi país México,
es doloroso reconocer que si bien hubo un crecimiento de número de empleos de
reciente creación, también a la par ha crecido el número de trabajadores
pobres, que no pueden solventar ni los gastos mínimos indispensables como
habitación, alimentos, salud y educación de una familia con un salario
mínimo de 73 pesos diarios, el
equivalente 3.5 dólares por jornada, por lo que también un gran sector de la
población ha optado por el empleo en negro, esto acentuándose cuando en el 2012
derivado de la reforma a la Ley Federal del Trabajo se logró flexibilizar las
relaciones de trabajo, pero dejando por completo desprotegidos a los
trabajadores del libre despido en caso de ser contratados por capacitación o a
prueba.
El mercado de trabajo, tiene
un movimiento muy similar a cualquier otro mercado, sin embargo en este
tratamos con capital humano, por lo que el trabajo remunerador es un derecho
humano que debe de ser respetado, pero los conceptos de “mercado” y “humano”
tienden a recorrer sentidos contrarios, por lo que la pregunta queda abierta, ¿Cual
es la mejor manera de concilar ambos conceptos?, la flexiseguridad en su esencia
suena bien, pero en los países latinoamericanos, y muy especialmente en México,
el trabajo cada día es más precario e inestable.
Valente Quintana