Derecho del trabajo y relaciones laborales

Derecho del trabajo y relaciones laborales

jueves, 22 de septiembre de 2011

SUPERÁVIT PROFESIONAL, DÉFICIT TECNICO; Por Valente Quintana P.

Es importante aclarar que en este articulo no intentamos dañar susceptibilidades, ni pensamos que la educación a nivel profesional este caduca, sencillamente analizamos un fenómeno que se presenta más a menudo, sobre todo en países de economías emergentes.

Recuerdo que de niños, éramos continuamente aconsejados e incluso asediados por nuestros padres y adultos en relación a que si queríamos tener un futuro brillante, deberíamos estudiar una profesión a nivel licenciatura, y al parecer todos tomamos sus consejos muy a pecho dando pie a una realidad actual en la que todos somos licenciados, y no hay tantos puestos de trabajo que requieran licenciatura como licenciados egresados en las universidades, dejando este fenómeno altos índices de desempleo, sobre todo en los jóvenes recién egresados, y esta problemática en gran parte se debe también a la gran oferta de carreras, facilidades de pago, y programas de dos o tres años que ofrecen las universidades, que más que plantearse programas educativos de excelencia, atienden más a estrategias comerciales y mercadológicas, haciendo que ya podamos contar con licenciados al vapor que en dos años pueden ejercer como arquitectos, médicos o abogados, lo cual en lo personal se me hace un tema en realidad preocupante.

La realidad actual  es que hoy en día existen profesionistas que recién titulados pueden ganar el salario mínimo, dejo de ser garantía de una seguridad económica contar con una licenciatura, como en artículos anteriores hemos visto, para ser competitivo y garantizar una seguridad como profesionista, es necesario en la mayoría de los casos, egresar de una reconocida universidad, contar con estudios de posgrado, de preferencia en el extranjero, enrolarse a un corporativo internacional, y ahí si vamos viento en popa, pero pensemos un momento en cuantos puestos de trabajo puede ofrecer el sector empresarial, y por otro lado, que el numero de profesionistas esta creciendo en cantidades industriales, como un claro ejemplo de lo alarmante que resulta, podemos ver que al día de hoy hay más estudiantes en la carrera de derecho en las distintas universidades, que abogados ejerciendo profesionalmente, luego entonces no  veo sorprenderte encontrar un gran número de profesionistas dedicados a otras actividades que no tienen ninguna relación con su carrera universitaria, vamos, ya no se necesitan de momento más profesionistas, sobre todo de carreras como contaduría, derecho o las carreras como administración y sus derivadas.

En este punto de nuestro análisis creo que vale la pena hablar de las carreras técnicas u oficios, y es que cada vez tiene mayor desarrollo y proyección el personal técnico que el profesional ya que comienza a reducirse el número de electricistas, mecánicos, plomeros, soldadores,  o en otras áreas ajenas a la construcción como las educadoras de infantes, o fotógrafos, cocineros etc. y esto hace que este personal al ser más escaso comience a contratarse más y mejor, parece broma, pero en la actualidad un recién egresado de la carrera de contabilidad a los 22 años de edad en su primer empleo al interior de un despacho contable es contratado por siete mil pesos mensuales promedio, a contrario sensu de un oficial albañil de la misma edad y experiencia contratado por una constructora que cobra en promedio diez mil pesos mensuales, lo cual nos quiere decir que el trabajo técnico calificado se vende mejor que un trabajo profesional de un recién egresado y eso es simple resultado de la ley de la oferta y la demanda.

Esta claro que nos encontramos ante varios problemas, y que la tendencia económica y social no va encaminada a desaparecerlos, sin embargo podríamos hacer conciencia, de que culturalmente todos se preparan profesionalmente para obtener un buen empleo y no para generar empleos, lo cual es necesario para dar ocupación al superávit profesional que tenemos, tan solo es cuestión de crear esa conciencia lógico-económica de que alguien tiene que crear esas posiciones para recuperar un equilibrio entre el capital y el trabajo de una manera cuantitativa.


Lic. Valente Quintana P.
Consultor en relaciones laborales
www.proteccionaltrabajo.org

martes, 13 de septiembre de 2011

LEY DE OFERTA Y DEMANDA VS LEY LABORAL; Por Valente Quintana


Es una realidad actual que la gran mayoría de la gente tiene que trabajar para sobrevivir, y claro que ser trabajador y productivo, hoy en día, ya no es una cualidad sino una necesidad latente en todos los niveles socioeconómicos, pero, ¿Hasta que punto pierde su naturaleza de necesidad? y ¿Hasta que punto deja de ser sano? En países con economías emergentes es cada vez más común encontrarnos con condiciones laborales que se hacen no solo adversas de sobrellevar, sino incluso conllevan  daños para los trabajadores tanto físicos como mentales ya que el mismo sistema de administración de capital humano pone tareas excesivas al trabajador procurando realice una sola persona el trabajo que correspondería normalmente a mínimo tres elementos.

Este fenómeno lo encontramos en todo tipo de trabajadores tanto en personal obrero, como en personal ejecutivo, siendo este segundo el que sufre con mayor frecuencia las sobrecargas de trabajo generándoles un stress constante que además de mermar la salud del personal, daña también sistemáticamente el clima laboral al interior de una fuente de trabajo.

Hablando de personal obrero o ejecutivo de bajo nivel, es muy común encontrarnos con que además de sufrir esas cargas extralimitadas de trabajo, lo hacen a disgusto por diversos factores, uno de ellos la propia carga, pero además analicemos que cuentan con bajos salarios que en realidad solo alcanzan para insumos básicos de cualquier hogar, o en muchas ocasiones ni para eso, ya que es necesario que trabajen dos o tras elementos de cada familia para sacar adelante un hogar con lo estrictamente básico, además de este factor encontramos malos tratos por parte de sus superiores, o incluso que no gocen de las prestaciones básicas de ley, ya que son parte de relaciones laborales disfrazadas de prestación de servicios profesionales o de comisión mercantil, y claro no gozan de una inscripción a los sistemas nacionales de seguridad social, sin embargo ante tal panorama los trabajadores prefieren conservar su empleo, que aunque mal remunerado, es una entrada de dinero segura que no piensan poner en riesgo, claro cualquier individuo con responsabilidades familiares haría lo mismo, o por lo menos eso quiero suponer.

El tema mas preocupante en este breve análisis es que hoy menos que ayer importan las legislaciones laborales, o las normas internacionales de trabajo, que aunque formuladas con plena intención de regular los mínimos derechos de los trabajadores, pierden importancia ante las reglas básicas del capitalismo, como la ley de la oferta y la demanda, y es claro que sobre todo en los países emergentes existen más personas con necesidad de trabajar, que puestos de trabajo ofertados por los empleadores, lo cual nos lleva a otras problemáticas sociales como la economía informal o la propia delincuencia, y claro esta que los trabajadores que tienen la “suerte” de encontrarse empleados no pondrán en riesgo su fuente de empleo por defender sus derechos laborales, soportando así las condiciones de trabajo que imponga el empleador sin quejarse, e intentando pasar su vida con la cabeza abajo, dando vuelta al engrane que le toca girar de toda la maquinaria social que tan viciada se encuentra y en la que no es voluntario participar.

Hace no mucho publique que ya somos demasiadas personas y sería bueno tener un control de natalidad o de reacomodo territorial, a lo que no faltaron los comentarios antagonistas, sin embargo sigo pensando lo mismo, necesitamos de manera urgente de un control natal y de un reacomodo territorial, con el fin de obtener lo mas cercano a un equilibrio político, económico y social, ya que basta con salir a la calle o leer cualquier diario para darnos cuenta de que algo anda mal en la organización demográfica mundial, así como en la maquinaria económica.

Hoy en día el mayor porcentaje de la población económicamente activa, sufre de stress laboral a causa de las sobrecargas de trabajo, lo que les conduce a otras enfermedades de mayor gravedad o incluso a perder la vida, y por lo visto, mientras la maquinaria económica no sea reorganizada en todos los aspectos, el ser humano vivirá para trabajar y no trabajara para vivir, o sobrevivir.




Lic. Valente Quintana P.
Consultor en relaciones laborales

lunes, 5 de septiembre de 2011

TRABAJO INFANTIL, SERIO PROBLEMA; Por Valente Quintana


Una vez más escribo unos cuantos párrafos, en esta ocasión a manera de protesta, ya que analizando todos los artículos anteriores, hasta ahora damos atención a un tema de singular importancia y profunda preocupación, y es el que se refiere al trabajo infantil, es tristemente común encontrar a niños realizando trabajos peligrosos e insalubres cada vez con mayor frecuencia, o cumpliendo largas jornadas de trabajo muy por encima de la ley, y por supuesto, sin los mínimos parámetros legales, tanto en el aspecto laboral, como en el aspecto de derechos humanos, atentando muchas veces contra la dignidad humana de niños en su mayoría de países pobres o en vía de desarrollo.

Desde principios del siglo pasado es un tema de singular preocupación para la comunidad internacional, así como un tema al que le han dedicado especial empeño organismos como la Unicef o la OIT, decretando el 12 de Junio como el día internacional en contra del trabajo infantil, sin embargo pasa el tiempo y en vez de disminuir los porcentajes de niños trabajadores, parecen aumentar, y si bien es cierto este porcentaje es en su mayoría acumulado en países pobres, también es cierto que los países que sustentan las mejores economías a nivel mundial son compradores de los productos que se realizaron con manos de infantes desprotegidos y sobre explotados.

Analizando las causas principales por las que se deriva este fenómeno, encontramos en primer lugar la marginación social que se vive en muchos países, así como la extrema pobreza que obliga a los menores a apoyar a sus padres en la obtención de recursos, ya que con los recursos que puedan acumular los jefes de familia no basta para cumplir con las necesidades básicas de cualquier núcleo familiar, como la alimentación, vestido, y habitación, lo que provoca que personas en edad infante salgan a las calles a obtener recursos intentando cubrir dichas necesidades. Otra de las causas por la que los niños se pueden encontrar ante un panorama laboral, son las tantas redes de explotación operadas por la delincuencia organizada, donde ponen los servicios de infantes al servicio del mejor postor, ofreciendo diversos tipos de servicios, que van desde venta de productos en la vía publica como pueden ser dulces o diarios, hasta servicios que puedan atentar contra la seguridad o la dignidad humana del infante. Es más común encontrar este tipo de situaciones con niños que perdieron a sus padres ya que de alguna manera tienen que encontrar el modo de ganar dinero para incluso cubrir necesidades tan básicas como su alimentación, ya que en muchos países no se cuenta con buenos programas de ayuda social, o simplemente no alcanzan los recursos asignados a estos programas para cubrir las necesidades del total de la población infantil desprotegida, o incluso donde ese tipo de programas no son ni contemplados por la carencia económica por la que atraviesan diferentes países.

Según reportan organismos internacionales son ya más de 346 millones de niños sobre explotados laboralmente a nivel mundial, y el 70% de esta cifra presta sus servicios al sector agrícola, donde los niños son sometidos a largas jornadas de trabajo, en su mayoría ante climas extremos, y operando herramientas de trabajo que pueden poner fácilmente en peligro la seguridad del niño trabajador.

El tema del trabajo infantil toma una especial preocupación en países que atraviesan conflictos bélicos, ya que los niños son utilizados como carne de cañón y enviados al frente de batalla con armamento que aprendieron a utilizar instantes previos, de esta manera desperdiciando la vida de miles de niños a los que no se les dio la oportunidad de crecer, y a los que se les arrebato su niñez al enviarlos al matadero con fusil en mano perdiendo por completo la inocencia característica de cualquier niño al jugarse literalmente la vida a ráfaga de metralla.

En otros países latinoamericanos hemos encontrado con preocupación que los niños son utilizados en trabajos que ponen en peligro frecuentemente su integridad física y su seguridad realizando trabajos en la industria minera, o trabajando de cerca con productos químicos, con maquinaria pesada o en el sector de la construcción, donde no toman las medidas básicas de seguridad e higiene en el trabajo, o peor aún realizando trabajos que atentan directamente contra la dignidad humana en redes de prostitución o de pornografía infantil operadas como habíamos comentado por células internacionales del crimen organizado.

En fin, vemos que tenemos un verdadero problema laboral internacional, pero más que eso de humanidad, a lo que la Organización Internacional del Trabajo en su afán  normativo internacional, redacta su Convenio número 138 referente a la edad minima de admisión al empleo donde permite el empleo a partir de los doce años de edad, bajo la condición de no detener la formación académica obligatoria, lo cual a mi muy particular punto de vista no basta, y sin medios coercitivos por parte de la OIT, muchos países incluso con dicho convenio ratificado pasan por alto este tratado, y si bien sus legislaciones laborales hablan al respecto, en la practica no penalizan este fenómeno.

Los niños son niños, y tienen el derecho pleno de disfrutar de su niñez, de jugar, de reír, de no tener más preocupación que una entrega de calificaciones escolares, tienen derecho a acumular conocimientos académicos, a forjar un carácter propio derivado en un entorno de cariño familiar. ¿Quien no añora esa etapa?, donde todo era blanco o negro, bueno o malo, y andábamos por el mundo de la mano de una madre o un padre que te enseñaban las cosas buenas de la vida, vayamos en contra de todo aquello que atente contra nuestros infantes, es muy egoísta y muy ciego no ver que por más trillado que suene, son quienes llevaran las riendas del mundo el día de mañana, los niños no tienen por que tener problemas y obligaciones de adulto, veamos permanentemente por el bienestar infantil y traigamos al mundo niños teniendo nosotros la conciencia plena de la obligación que tenemos con ellos y con la sociedad de formar buenas personas, personas que el día de mañana tengan un buen criterio basado en valores y educación que den dirección a un panorama mundial ampliamente mejorado.

Lic. Valente Quintana Pineda
Consultor en relaciones laborales