Es importante aclarar que en este articulo no intentamos dañar susceptibilidades, ni pensamos que la educación a nivel profesional este caduca, sencillamente analizamos un fenómeno que se presenta más a menudo, sobre todo en países de economías emergentes.
Recuerdo que de niños, éramos continuamente aconsejados e incluso asediados por nuestros padres y adultos en relación a que si queríamos tener un futuro brillante, deberíamos estudiar una profesión a nivel licenciatura, y al parecer todos tomamos sus consejos muy a pecho dando pie a una realidad actual en la que todos somos licenciados, y no hay tantos puestos de trabajo que requieran licenciatura como licenciados egresados en las universidades, dejando este fenómeno altos índices de desempleo, sobre todo en los jóvenes recién egresados, y esta problemática en gran parte se debe también a la gran oferta de carreras, facilidades de pago, y programas de dos o tres años que ofrecen las universidades, que más que plantearse programas educativos de excelencia, atienden más a estrategias comerciales y mercadológicas, haciendo que ya podamos contar con licenciados al vapor que en dos años pueden ejercer como arquitectos, médicos o abogados, lo cual en lo personal se me hace un tema en realidad preocupante.
La realidad actual es que hoy en día existen profesionistas que recién titulados pueden ganar el salario mínimo, dejo de ser garantía de una seguridad económica contar con una licenciatura, como en artículos anteriores hemos visto, para ser competitivo y garantizar una seguridad como profesionista, es necesario en la mayoría de los casos, egresar de una reconocida universidad, contar con estudios de posgrado, de preferencia en el extranjero, enrolarse a un corporativo internacional, y ahí si vamos viento en popa, pero pensemos un momento en cuantos puestos de trabajo puede ofrecer el sector empresarial, y por otro lado, que el numero de profesionistas esta creciendo en cantidades industriales, como un claro ejemplo de lo alarmante que resulta, podemos ver que al día de hoy hay más estudiantes en la carrera de derecho en las distintas universidades, que abogados ejerciendo profesionalmente, luego entonces no veo sorprenderte encontrar un gran número de profesionistas dedicados a otras actividades que no tienen ninguna relación con su carrera universitaria, vamos, ya no se necesitan de momento más profesionistas, sobre todo de carreras como contaduría, derecho o las carreras como administración y sus derivadas.
En este punto de nuestro análisis creo que vale la pena hablar de las carreras técnicas u oficios, y es que cada vez tiene mayor desarrollo y proyección el personal técnico que el profesional ya que comienza a reducirse el número de electricistas, mecánicos, plomeros, soldadores, o en otras áreas ajenas a la construcción como las educadoras de infantes, o fotógrafos, cocineros etc. y esto hace que este personal al ser más escaso comience a contratarse más y mejor, parece broma, pero en la actualidad un recién egresado de la carrera de contabilidad a los 22 años de edad en su primer empleo al interior de un despacho contable es contratado por siete mil pesos mensuales promedio, a contrario sensu de un oficial albañil de la misma edad y experiencia contratado por una constructora que cobra en promedio diez mil pesos mensuales, lo cual nos quiere decir que el trabajo técnico calificado se vende mejor que un trabajo profesional de un recién egresado y eso es simple resultado de la ley de la oferta y la demanda.
Esta claro que nos encontramos ante varios problemas, y que la tendencia económica y social no va encaminada a desaparecerlos, sin embargo podríamos hacer conciencia, de que culturalmente todos se preparan profesionalmente para obtener un buen empleo y no para generar empleos, lo cual es necesario para dar ocupación al superávit profesional que tenemos, tan solo es cuestión de crear esa conciencia lógico-económica de que alguien tiene que crear esas posiciones para recuperar un equilibrio entre el capital y el trabajo de una manera cuantitativa.
Lic. Valente Quintana P.
Consultor en relaciones laborales
www.proteccionaltrabajo.org
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