Una vez más me complace escribir unas breves líneas, ahora referentes al tema que mas directamente concierne a nuestro Blog, las relaciones laborales.
Como bien sabemos la relación laboral es una relación por medio de la cual un sujeto llamado trabajador presta su servicio personal subordinado a cambio de una contraprestación económica a otro sujeto llamado patrón, y como es fácil advertir la relación laboral existe como tal casi desde la época feudal donde los siervos prestaban sus servicios acordes con las actividades propias del campo a un señor feudal a cambio de alimentos, cuidados y medicinas, claro, en esa época no existían ni las mínimas garantías de seguridad social ni de derechos laborales, y bueno nos remontamos a tal época solo como referencia debido a que los siervos no eran esclavos propiamente, ya que no eran sometidos en contra de su voluntad tal como se podría creer, por lo que no podemos hablar de esclavitud.
Fue en el auge de la revolución industrial cuando aparecen las primeras maquinarias para producir grandes series de artículos cuando los trabajadores se aglutinan en mayor número en las fábricas, y debido a la carencia de los elementos mínimos para el buen cuidado de sus familias o para recurrir a los servicios médicos, comienzan a manifestarse en contra de los patrones reclamando mejores condiciones laborales que apoyados por doctrinas marxistas y leninistas dividieron el mundo entero entre trabajadores y patrones iniciando una lucha interminable entre factores de la producción, en la que el sector obrero finalmente obtuvo varias conquistas de sus actuales derechos.
A finales de siglo XIX y principio de siglo XX, tanto en Europa como en América se comienza a legislar acerca de las garantías mínimas con las que debería de contar un trabajador como; jornadas de trabajo de ocho horas, días de descanso obligatorios, derecho de coalición, entre muchos otros, con el fin de establecer un balance correcto entre los factores productivos, se había terminado entonces el poder totalitario de los capitalistas, y daban paso al poder obrero que hasta la fecha en diversos países sigue gozando de un poder intacto desde aquellos años.
Junto con los derechos laborales inicia también la actividad sindical con el motivo de formar coaliciones para la defensa y estudio de los derechos de sus agremiados, comienzan a formarse lideres sindicales con cada vez mayor peso e importancia en la vida laboral, e incluso, posteriormente al ver el poder con el que contaban en determinados sectores de la industria, comenzaron a inclinarse más a la política que a la defensa laboral.
Muchos países con tendencia a una izquierda política se encuentran dirigidos por partidos de simpatía obrera, en México tenemos un claro ejemplo, todo el siglo XX se vio dirigido por cúpulas obreras directa o indirectamente, sin contar que fue el primer país que incluyo en su constitución derechos sociales y laborales, en fin, el obrerismo fue una corriente extremadamente fuerte no solo para países socialistas, sino incluso en países capitalistas tomaban la batuta para marcar la pauta en los asuntos de interés nacional, siempre con la misma postura de lucha de clases.
Hoy la problemática económica de varias naciones ha procurado dar un giro a esa lucha, se busca más la concertación social de la que finalmente dependen todos los protagonistas productivos, se tienen que ajustar el cinturón tanto trabajadores, percibiendo salarios más apretados, como patrones ajustando los precios de consumo, e incluso como parte de esa concertación social el gobierno tiene la tarea que reducir el presupuesto de gasto publico y así tripartidamente procurar un cambio paulatino con el objetivo de una estabilidad económica en la economía nacional.
Hoy vemos que en la actualidad esa concertación social esta abarcando intereses globales, ya que se presume necesario al encontrar que las economías de cada país se interrelacionan permanentemente a las de sus homólogos, procurando así una estabilidad económica global, fundamental para las relaciones comerciales internacionales de las que depende cada nación.
En fin, el propósito general que encontramos hoy en día es establecer las bases que necesitamos para un progreso global, terminar con la lucha entre factores productivos, fijar objetivos comunes para trabajadores y patrones, generar mayor número de empleos dignos, y esto se logra conviviendo en conjunto ambas clases, así como trabajando día con día para que las empresas, ya sean chicas, medianas o grandes logren un sano desarrollo económico que al final del día se traduzca en beneficios tanto para patrones como para trabajadores.
Si subsiste una lucha social no podremos fijar objetivos en común, entorpeciendo así de manera permanente el desarrollo económico nacional y global.
Lic. Valente Quintana Pineda
Consultor en relaciones laborales
www.protecciónaltrabajo.org
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